Cierto es que a día de hoy es más difícil que la publicidad
nos sorprenda. Estamos rodeados de publicidad por todas partes, hasta el punto
de querer decir basta.
Es entonces cuando entra en juego la labor del publicista.
La creatividad tiene que ser algo muy presente en el desarrollo de ésta
actividad, y siempre ir un paso más allá. Es por ello que la buena publicidad
brilla con luz propia. A veces no es necesario más de 60 segundos para dejar al
público con los vellos de punta.
Hay anuncios que nos han hecho reír, pero otros que nos hace
sacar ese lado más sentimental.
Aquí os dejo uno de los mejores spot para mí. Éste anuncio
ganó el pasado año el festival de Cannes. Para el que no sepa de qué se trata, es
uno de los festivales de publicidad más prestigiosos del panorama internacional
y en él participan agencias de publicidad de todo el mundo, presentando sus
piezas creativas en televisión, prensa, radio, publicidad exterior, publicidad
interactiva y marketing directo.
Si un anuncio es bueno, ha de ser reconocido como tal, y en éste caso lo fue y bien merecido. Y por último, ni decir tiene que a veces sobran las palabras.